martes, 24 de febrero de 2015

“El narcotráfico es una especie de vaso al revés, tapa hacia arriba y descubre hacia abajo”

Dialogamos con el periodista santafesino Carlos Del Frade, especializado en la problemática del narcotráfico y autor del libro “Ciudad blanca, crónica negra. Postales del narcotráfico en el Gran Rosario, Santa Fe, Córdoba y Buenos Aires” (2014).

Conocedor del ámbito rosarino y nacional, Del Frade compartió en aire troyano su visión sobre la situación actual y el accionar policial y estatal, en “un combate siempre se termina haciendo contra las pibadas pobres y humildes”. “El narcotráfico es una especie de vaso al revés que tapa hacia arriba y descubre hacia abajo, porque justamente se origina desde arriba hacia abajo”, sintetizó, y amplió: “el poder político le echa la culpa a la corrupción policial como si la Policía fuera puesta por Dios o por San Pedro. Lo que ha quedado totalmente intocable es el poder de los grandes inversores. Esos tipos nunca fueron allanados ni nunca pisan los pasillos de los tribunales ni las comisarías”.

Tras el despliegue de 3.000 gendarmes en Rosario y con cerca de 240 asesinatos contabilizados durante 2014 (cifra no mucho menor a las 264 muertes en 2013), el periodista opinó: “queda claro que si hay una solución a este tema va a venir por abajo, por la construcción de espacios de inclusión. Y eso sí se ha visto en Córdoba, Entre Ríos, Buenos Aires y Santa Fe. Cuando se construyen espacios de cultura desaparecen los búnker o lugares de venta de droga, con lo cual me parece que esa es la esperanza”. 

A trece años de la crisis de diciembre de 2001, Del Frade conmemoró la fecha como “una extraordinaria movilización popular”, y agregó: “durante todo el año 2002, cuando las asambleas populares recuperaron el espacio público saqueado a los argentinos, descendieron todas las tasas de violencia, de robo, de homicidio y de hurtos en todos los principales centros urbanos. Una gran metáfora de lo que significó la recuperación de parte de las mayorías de los espacios que después volvieron a ganar las minorías y las mafias. No fue solamente la represión, fue un gran momento de protagonismo popular”.

Para finalizar, se refirió también a la reciente conclusión judicial del asesinato de los militantes rosarinos conocidos como Jere, Mono y Patóm (Jeremías Trasante, Claudio Suárez y Adrián Rodríguez): “Fue un gran triunfo popular. El palacio de la Justicia no tuvo otra que abrirse a las voces de la calle”.


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