Privado de su libertad durante cien días al igual que once hermanos de la comunidad Quilmes tucumana, el cacique Francisco Solano Chaile dialogó
con Troyanos del Sistema. Por un intento de recuperar la ciudad sagrada de su
pueblo, los originarios se encontraban bajo prisión preventiva desde el 6 de
junio, en las comisarías de Montero, Simoca y Famaillá.
“Nos han tendido una cama. Fuimos detenidos automáticamente,
no agredimos a nadie”, remarcó el referente, y desmintió acusaciones
esgrimidas por el Juzgado de Instrucción de Monteros, a cargo de Mario
Velázquez: “Hay mucha mentira; que teníamos armas. Es todo falso”.
Un mes atrás el cacique de 75 años había logrado el confinamiento
domiciliario en base a su estado de salud, tras una operación urgente de
vesícula. El resto de los originarios abandonó la prisión más tarde el mismo
lunes 16 de septiembre (al igual que él, luego de esta entrevista), por orden de la Cámara de
Apelaciones en lo Criminal del Centro Judicial Capital de Tucumán.
“Hay un autor intelectual de la usurpación, de la prisión y
la dureza del juez. Es un terrateniente, un empresario de nombre Héctor Cruz.
Estuvo manejando el sitio arqueológico, el hotel, la confitería... Todos los
políticos que tiene a favor en Tucumán hacen que se nos agrave esta cuestión y que
el juez se ponga duro con nosotros”, aseveró Chaile. Y aseguró que Cruz estuvo detrás
del último desalojo que sufrió la comunidad en 2014 a pesar de contar con un
recurso de amparo a favor. La falta de respuesta a las gestiones de la
comunidad provocó el último intento de recuperación y la inmediata detención de
originarios en el territorio.
Además del conflicto con Cruz, los Quilmes alertan sobre el
interés hacia sus tierras para negocios agrícolas. Mientras uno reclama para sí
las obras realizadas en un hotel financiado por capital público de la
Secretaría de Turismo provincial, “capitalistas y personas del mismo gobierno” evaluarían
la apropiación de lotes para el cultivo de viñedos.
“Nadie está pensando en un
futuro pródigo para nosotros, están pensando en arrebatarnos la tierra a las
comunidades indígenas”, concluye Francisco Chaile.
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